Meliá pisa el acelerador: las reservas de turistas británicos se disparan un 90% para los meses de verano
El sector turístico ha sufrido enormemente las consecuencias del coronavirus los últimos meses. Sin embargo, la campaña de vacunación avanza la apertura de fronteras entre los países europeos y está beneficiando enormemente a las grandes cadenas hoteleras como es el caso de Meliá Hotels International que han disparado sus reservas para la temporada de verano por parte de turistas británicos en torno a un 90%.
«El anuncio de desescalada y la positiva evolución de la pandemia en los diversos mercados han animado fuertemente las reservas hoteleras desde el Reino Unido, que a 25 de febrero se sitúan muy por encima de las realizadas en las mismas fechas de 2020, cuando todavía no se había declarado la alerta global por la pandemia», remarcan fuentes cercanas a la Meliá.
La noticia de que el gobierno británico había planeado un proceso de desescalada de cara a los próximos meses, ha impulsado las esperanzas de las empresas del mundo de turismo que acumulan meses de desplomes.
«Los meses con mayor demanda hasta el momento son septiembre, seguido de agosto, octubre, julio, junio y mayo, coincidiendo con los tiempos en que se estima se irá ampliando la inmunidad de rebaño en Europa y normalizando la situación», añaden las fuentes de Meliá.
Esta subida de las ventas y las reservas también se ha apreciado en el sector de las aerolíneas, con compañías como easyJet, Jet2 y Ryanair experimentando aumentos en el número de billetes de hasta un 600% en algunos casos. Esta noticia confirma también las previsiones que maneja el turismo español, que ya da por perdida la temporada de Semana Santa, pero tiene sus esperanzas depositadas en la campaña de verano. De este modo, una mayor apertura con el país británico favorecería la recuperación de las empresas del sector turístico de nuestro país.
«easyJet ha visto un aumento de las reservas en el Reino Unido pocas horas después de que el gabinete de Boris Johnson establezca su hoja de ruta para los viajes. Los centros turísticos de playa se sitúan entre los principales destinos para este verano y los viajes en agosto, seguidos de julio y septiembre, que son los más populares, lo que sugiere que los británicos están ansiosos por reservar un descanso en la playa en verano este año», remarcó la compañía.
Las principales zonas donde se ha podido apreciar este incremento de las reservas son los destinos de sol y playa, que cuentan con un mayor atractivo para los turistas británicos. Entre ellos se encuentra tanto la costa de Andalucía como la de Levante. Además, hay que tener en cuenta que el instituto alemán Robert Koch (RKI) de virología junto a los Ministerios de Asuntos Exteriores y de Interior de Alemania sacaron este lunes a España de su listado de regiones y países con riesgo de infección, por lo que nuestro país deja de estar entre las regiones consideradas de ‘alto riesgo’.
Reino Unido y Alemania representan los dos principales mercados de turismo internacional para España, excepto en el pasado 2020 cuando como consecuencia de las restricciones y limitaciones adoptadas en materia de movilidad el mayor número de visitantes que llegaron a España lo hizo procedente de Francia.
Situación del sector
El sector hotelero es uno de los que más ha sufrido el impacto del coronavirus, con muchos establecimientos cerrados durante prácticamente todo el 2020. Además, el nivel de ocupación que presentaron los hoteles abiertos no superó en ningún momento el 35% según un análisis elaborado por la Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur). El Covid-19 terminó con un desplome acumulado del 77,2% de los ingresos hoteleros (85% si se elimina el buen inicio presentado durante los meses de enero y febrero), en los 97 destinos vacacionales y urbanos más relevantes del territorio español.
La situación de incertidumbre que generaron las aperturas parciales y provisionales seguidas de cierres continuos de muchos establecimientos ante las distintas olas de la pandemia en España y extranjero que, junto con las inversiones y sobrecostes para adaptarse a los protocolos de seguridad sanitaria para trabajadores y clientes, elevaron notablemente los costes operativos, haciendo que el balance de resultados empresariales fuera todavía más negativo.